La Tolerancia y el Respeto son los principios éticos y emocionales que sustentan la inclusión en sociedades y entornos escolares que son inherentemente diversos. Estas actitudes implican el reconocimiento del valor inherente de cada persona y la aceptación de las diferencias (culturales, étnicas, de género, de capacidad o de opinión) sin que estas generen conflicto o juicio.
Para los jóvenes en el proyecto, la tolerancia y el respeto se entrenan como habilidades socio-emocionales activas, más allá de una mera pasividad ante lo diferente. Esto significa desarrollar la capacidad de suspender el juicio inicial y buscar la comprensión del «otro», lo cual se logra mediante el fortalecimiento de la empatía. La falta de estas actitudes es la causa directa del prejuicio, la discriminación y la micro-exclusión, que atentan contra el espíritu de las comunidades escolares.
El desarrollo de la tolerancia y el respeto crea un clima escolar seguro y acogedor , donde los adolescentes de cualquier origen o condición se sienten cómodos para expresar su identidad sin temor a la estigmatización. Al aprender a valorar la diversidad como una fuente de riqueza (en línea con la prioridad horizontal de Erasmus+), el joven se convierte en un agente de cohesión social, promoviendo un entorno inclusivo donde la aceptación mutua es la base para la participación plena de todos los miembros.
Referencia: Allport, G. W. (1954). The nature of prejudice. Addison-Wesley.