La Automotivación es un componente avanzado de la motivación, refiriéndose a la capacidad del adolescente para regular sus propios esfuerzos y mantener el impulso hacia metas significativas sin depender de refuerzos externos (como la aprobación de los padres o las recompensas inmediatas). Es la fuerza interna que permite al joven seguir adelante cuando la tarea es difícil, el camino es largo o el entorno es desalentador.
Para los jóvenes en riesgo de exclusión, la automotivación es fundamental porque su entorno a menudo ofrece pocos refuerzos positivos. La automotivación les permite sobreponerse al desánimo del rechazo social inicial o a la frustración del bajo rendimiento. Un joven automotivado se dice a sí mismo: «Voy a intentarlo de nuevo», en lugar de: «Esto no es para mí, me rindo».
El proyecto entrena esta habilidad reforzando el locus de control interno, es decir, la creencia de que sus acciones y esfuerzos son los que determinan sus resultados, y no el azar o factores externos. Al fortalecer esta competencia, se dota al adolescente de una fuente interna de perseverancia social y académica, asegurando que el joven mantenga una participación sostenida en el entorno escolar y comunitario. La automotivación es, en última instancia, el motor de la autoinclusión, garantizando que el joven se mantenga firme en su camino hacia una vida adulta integrada y plena.
Referencia: Pintrich, P. R. (2003). A motivational science perspective on the role of student motivation in learning and teaching contexts. Journal of Educational Psychology, 95(4), 667-686.