La Resiliencia es definida como la capacidad de mantener un funcionamiento competente después de una exposición a factores estresantes significativos o a la adversidad. En la vida de un adolescente vulnerable, las adversidades son múltiples: fracaso escolar, dificultades familiares, pobreza o bullying. La resiliencia no elimina estas dificultades, sino que enseña al joven a navegar a través de ellas y a recuperar la trayectoria de desarrollo social y emocional.
Para el adolescente que ha sido excluido, la resiliencia es vital para evitar el retiro permanente. Un joven sin resiliencia puede percibir un rechazo puntual como una condena social definitiva y optar por el aislamiento total, exacerbando su exclusión. Por el contrario, la resiliencia fomenta una mentalidad de crecimiento; enseña al joven a ver los reveses como desafíos temporales en lugar de fracasos personales.
El proyecto «Tu Mejor Versión» entrena la resiliencia mediante dinámicas que fortalecen los mecanismos de afrontamiento adaptativo, como la búsqueda de apoyo social efectivo y el replanteamiento positivo de la situación. Al desarrollar esta fuerza interior, el joven adquiere la capacidad de persistir en la búsqueda de nuevas amistades, de reintentar la participación en el aula después de un error, o de buscar ayuda cuando la necesita. La resiliencia transforma al adolescente de una víctima pasiva de las circunstancias a un agente activo de su propia reintegración, demostrando una tenacidad que, a su vez, atrae el apoyo y el respeto de sus compañeros y adultos.
Referencia: Luthar, S. S., Cicchetti, D., & Becker, B. (2000). The construct of resilience: A review of definitions, approaches, and research findings. Development and Psychopathology, 12(4), 857-885.