La Autoestima es el valor subjetivo que un adolescente se asigna a sí mismo, funcionando como la infraestructura psicológica sobre la cual se construye su interacción social. Para el adolescente en riesgo de exclusión, una autoestima baja es un factor de vulnerabilidad crítico. Este joven puede interiorizar el rechazo, percibiéndose como inmerecedor de atención o amistad, lo que lo lleva a una retirada social que autoconfirma su exclusión. Por el contrario, un nivel saludable de autoestima actúa como un escudo resiliente, protegiéndolo de los efectos paralizantes del juicio negativo o el bullying.
El proyecto «Tu Mejor Versión» aborda la autoestima no como una simple celebración del «yo», sino como un juicio de valor realista y positivo de las propias capacidades y limitaciones. Al fortalecer la autoestima, se reduce la necesidad del adolescente de buscar validación externa de manera desesperada (lo que a menudo lo expone a grupos de riesgo o relaciones tóxicas) y se le capacita para iniciar interacciones sociales desde una posición de seguridad y autenticidad.
La autoestima elevada se correlaciona con la participación activa en el entorno escolar y comunitario. Un joven que confía en sí mismo es más propenso a levantar la mano en clase, a unirse a un club deportivo o cultural y a ofrecer su ayuda a un compañero. Esta participación no solo mejora su desempeño académico, sino que genera reconocimiento positivo por parte de pares y adultos, creando un círculo virtuoso de inclusión y pertenencia. La meta es que el adolescente se perciba como un miembro valioso y contribuyente, capaz de establecer límites saludables sin temer el aislamiento, transformando la pasividad y el retraimiento social en compromiso cívico y relacional.
Referencia: Orth, U., & Robins, R. W. (2014). The development of self-esteem. Current Directions in Psychological Science, 23(3), 241-247.